Cuando la afición deja de ser divertida y empieza a esclavizarte
Cuando aquello que te gusta hacer se convierte en protagonista de tu vida, cada vez te exige más tiempo, más atención, más dinero, tu vida personal, familiar y laboral pasan a un segundo plano.
Se puede ser adicto a cualquier cosa, es algo que empezó como inocente distracción y acaba dominando todos tus actos y decisiones
Es aquello que no puedes dejar de hacer, aunque pierdas dinero, trabajo, casa y familia.
Nos viene a la mente las drogas, el alcohol, pero puede ser el juego, las compras, el trabajo, deporte, la comida o las pantallas
Es una línea muy sutil la que separa la afición con la adicción
La afición es necesaria, nos distrae, nos divierte, nos motiva,
La adicción es cuando le dedicamos tanto tiempo y recursos a la afición que los daños superan a los beneficios.
La alarma que primero suele saltar es la económica.
O porque la afición/adicción es cara, por ejemplo juego, compras, drogas,
O porque la adicción nos perjudica el rendimiento laboral, comer poco, comer demasiado, la adicción a las pantallas.
Normalmente la vida de un adicto está marcada por problemas económicos, podrá tener muchos ingresos mensuales, y aún así es difícil que llegue a final de mes. Nunca dirá la verdadera razón, siempre son gastos imprevistos o maquilla las cuentas mientras puede.
La excepción de la falta de dinero es cuando la adicción es el propio trabajo, o la adicción a acumular dinero.
Adicción sobre el trabajo
Puede generar mucho dinero, entonces la pregunta es; ¿A cambio de qué?, ¿Cuántas horas le dedicamos?, ¿Aún conservamos la familia?, Y si aún la conservamos ¿Qué opina la familia de que no le dediquemos tiempo?
Adicción sobre acumular dinero: crematomanía, implica la acumulación de dinero y bienes de cualquier índole.
Es la figura clásica del tacaño y del usurero, el que sacrifica todo por una moneda más en su cuenta.
En todo caso es uno el que evalúa si lo que gana compensa lo que pierde.
De la misma forma los familiares de un adicto se preguntan constantemente si pueden soportar la compañía de alguien que sacrifica todo por su afición/adicción
Adicción sobre la salud
Es la adicción a comer compulsivamente lo que lleva a la obesidad, pero también es cuando la preocupación por una buena salud se convierte en obsesión y adicción.
Hay casos en que la preocupación sobre si lo que se come es sano ha llegado a un nivel de desconfianza tal que lleva a la persona a comer con angustia, lo que le lleva a la anorexia.
Adicción sobre las pantallas
El móvil, celular, tablet, son herramientas fantásticas, pero también son motivo de adicción.
La pregunta una vez más es; ¿Las horas que pasamos con ello, son horas que quitamos a algo importante para nosotros o los nuestros?
Un niño necesita jugar como siempre se ha jugado, un adolescente necesita aprender a relacionarse, para conocerse a sí mismo y a los demás.
Las pantallas pueden ser un refugio donde protegerse de abusos, decepciones amorosas, incomprensión, pero si a esas edades uno se esconde, va a privarse de aprender a relacionarse, va a fomentar una nula capacidad de frustración que le lleva a más aislamiento.
El mundo de las relaciones se aprende relacionándose, el mundo laboral se aprende trabajando, la adicción a las pantallas nos aísla en un mundo que podemos controlar, donde nadie nos hace daño, pero tampoco nadie nos hará feliz.
Las decepciones y los fracasos forman parte de la vida, no podemos escondernos detrás de una pantalla, hay que salir al exterior y disfrutar de todo lo bueno que tiene.